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Consejos para la depresión tras la mudanza

depresión tras mudanza

Cambiar de casa no siempre es alegre, a veces nos da mucha pena dejar atrás un hogar y sufrimos una pequeña depresión tras la mudanza. Esto es completamente normal, pues nos estamos despidiendo de una parte de nuestra vida.

Sin embargo, los recuerdos permanecen dentro, siempre inolvidables. En el caso de muebles y objetos especiales que no puedas llevar a tu nueva casa, siempre podrás conservarlos en nuestro guardamuebles en Gijón.

 

¿Realmente existe la depresión tras la mudanza?

Existe y es mucho más común de lo que pensamos.

Al estrés que supone ordenar, embalar y trasladar objetos, le añadimos la carga emocional que significa dejar atrás una etapa de la vida y comenzar de nuevo. Cuando además cambiamos de ciudad, o incluso de país, la sensación de melancolía puede ser aún mayor.

Adaptarse a un nuevo entorno siempre nos produce inquietud, aunque se trate de una decisión tomada con ilusión y ganas. Experimentar tristeza al mudarnos es completamente normal.

 

¿Cómo afrontar el cambio?

Para afrontar casi todo lo que nos sucede en la vida, aceptar las emociones es la clave. Resistirnos a ellas solo sirve para alargarlas en el tiempo de manera innecesaria.

Una mudanza puede ser una muy buena oportunidad de crecimiento personal, un momento ideal para abrir nuestra mente, conocer gente distinta, coger impulso.

Sabemos que, aunque resulta muy sencillo decirlo, ponerlo en práctica es más complicado. Por eso hemos recogido estos consejos para enfocar el traslado como una experiencia enriquecedora.

 

7 consejos para afrontar el cambio de manera positiva

  1. Potencial de crecimiento: la mudanza no es una interrupción, sino una puerta que se abre a nuevas oportunidades. Es una transición a la etapa siguiente.
  2. Creación de espacio mental y físico: no hay mejor momento que un traslado para deshacernos de todo aquello que nos sobra. Si esto lo llevamos al terreno mental, estaremos haciendo un trabajo muy beneficioso.
  3. Oportunidad de adaptación: la flexibilidad y la adaptabilidad son virtudes que conviene cultivar. Para lograrlo es necesaria la práctica, así que aprovecha la mudanza para aprender a enfrentar futuros cambios con confianza.
  4. Nuevos objetivos: establece pequeñas metas fáciles de lograr. Puede ser adquirir una nueva habilidad, desarrollar un proyecto, avanzar en tu carrera… 
  5. Celebración de los pequeños logros: desde desembalar una caja hasta decidir dónde colocar algo. Cada uno de estos pasos merecen celebrarse, especialmente cuando nos está costando darlos. 
  6. Cuidado personal: no dejes que la tristeza ocupe todo tu día, reserva un hueco para hacer tu deporte favorito, meditar o ver una peli; lo que te haga sentir bien.
  7. Búsqueda de apoyo: si estás triste, apóyate en quienes más te quieren, cuéntales cómo te sientes, llora, desahógate. Y, por supuesto, felicitate, lo estás haciendo genial.

 

Este puede ser el impulso que necesitas para retomar o comenzar los proyectos que tienes en mente. Transforma la depresión tras la mudanza en la oportunidad perfecta de cambio.

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