Se acabaron los “por si acaso” y los “nada que ponerme”, te vamos a enseñar a hacer un cambio de armario profesional.
Si vives en otras partes de España, quizá ya lo hayas hecho. Si, como nosotros, resides en Asturias, puede que no hayas sacado todavía la ropa de temporada de tu guardamuebles en Gijón. De hecho, esto es una ventaja, ya que nos permite tener más tiempo para hacer el cambio con calma y decisión.
¿Realmente tengo que hacer un cambio de armario?
Por supuesto no es obligatorio, pero sí muy recomendable por varias razones:
- Implica renovación y eso siempre es bueno
- Nos permite deshacernos de aquello ya no utilizamos
- Le damos un descanso a nuestra ropa y alargamos su vida útil
- Descubrimos lo que teníamos olvidado al fondo del cajón y optimizamos el uso de prendas
Sabemos que, a pesar de las ventajas, da bastante pereza… Especialmente cuando tienes demasiadas cosas en un espacio pequeño y es imposible ver lo que hay. Pero precisamente esto se convierte en una razón más para hacer el cambio y, en muchos casos, contratar un servicio de guardamuebles.
Tendemos a acumular ropa y objetos por miedo a que nos sean útiles más adelante, y a veces es así. Si no quieres deshacerte de todo lo que tienes, pero tampoco lo usas habitualmente, consúltanos sobre los trasteros, pues son la solución perfecta a este problema.
Trucos de profesional
Siguiendo los consejos que te proporcionamos a continuación, en una mañana o una tarde tendrás listo un cambio de armario profesional.
- Prepara los productos de limpieza y almacenaje: y es que si nos ponemos, nos ponemos. Antes de empezar ten a mano bolsas de basura, cajas o bolsas para almacenar, aspiradora y un trapo húmedo con agua y jabón. También puedes incorporar unas bolsitas de lavanda antipolillas.
- Vacía los cajones enteros: tíralo todo al suelo, aprovecha para aspirar y limpiar los estantes y cajones, y selecciona lo que te quedas, lo que donas y lo que tiras.
- Deshazte de lo que no utilizas: el truco de la percha es muy útil para determinar qué prendas se van y cuáles se quedan. Consiste en colgar todas las perchas al revés al principio de la temporada e ir dándole vuelta al gancho de las prendas que uses. Las que continúen al revés serán las que no utilizas.
- Lava, seca y guarda: tanto si va a permanecer en tu armario como si va a ir al guardamuebles, procura almacenarlo todo de forma ordenada y cuidadosa. Los trajes en sus fundas, los abrigos protegidos, etc.
- Guarda con lógica: puedes seguir el método Marie Kondo o el que a ti te funcione. Lo más práctico es colocar en las baldas más accesibles aquello que más utilizas y dejar las superiores y las bajas para lo que usas en menos ocasiones.
Estas recomendaciones para el cambio de armario también puedes seguirlas ante una mudanza, te serán muy útiles.
Y como sabemos que el minimalismo no es para todos, si necesitas espacio extra para esas prendas de las que no quieres deshacerte, no dudes en contactarnos.